Bravery Super Premium Pet Food
Lomo Ibérico de Bellota. Considerado por los paladares más exigentes como uno de los productos más excepcionales del cerdo ibérico. Está elaborado con la presa del cerdo ibérico, considerada la reina de las carnes de cerdo ibérico.
Esta pieza se caracteriza por una alta infiltración de grasa (derivada de su calidad y origen) y posee una textura suave y aromática, presentando al corte las características vetas finas de grasa infiltrada. La principal diferencia entre el lomo y el solomillo es que proceden de distintas partes del cerdo. El lomo se extrae, como su nombre indica, del lomo de cerdo, que se encuentra debajo de las costillas y unido a la espina dorsal.
El lomo, sin embargo, procede de la presa ibérica, un músculo situado entre las extremidades anteriores del cerdo. El Lomo de Bellota 100% Ibérico es posiblemente la pieza más jugosa y exquisita del cerdo. Procede de cerdos ibéricos puros, alimentados con bellotas durante la montanera. Se adoba con especias naturales y bajo contenido en sal, se embute en tripa natural y se cura en nuestros secaderos naturales durante cinco o seis meses, siempre supervisado por nuestros maestros chacineros artesanos, dando como resultado piezas de aspecto rojizo, veteado y con una magnífica infiltración de grasa, que le confiere su jugosidad y extraordinario sabor.
Solomillo de cerdo ibérico cocido a baja temperatura
¿Qué es la presa ibérica? Es una de las partes más demandadas del cerdo ibérico. Tiene un sabor incomparable, y una textura única. Este corte de carne se puede preparar en una gran variedad de recetas, acompañado de cualquier guarnición. Para preparar presa ibérica, hay que conocer el secreto de esta carne excepcional.
El cerdo ibérico crece en las dehesas españolas y portuguesas. Se caracteriza por su carne muy tierna, jugosa y de sabor intenso. Además, es de color rosado, tendiendo al rojo, lo que lo diferencia enormemente de otros tipos de cerdo, que tienen tonalidades pálidas. Además, el cerdo ibérico se distingue por tener el equilibrio perfecto entre grasa y magro. Esto se debe a que los cerdos ibéricos crecen al aire libre y se alimentan de bellotas. Su estado de semilibertad les permite ejercitarse y desarrollar masa intramuscular, lo que se traduce en una carne de características insuperables.
Hay partes del cerdo ibérico muy populares, como el lomo y el secreto, y otras menos conocidas, como la pluma, la presa y el lagarto. La presa ibérica se ha convertido, en los últimos años, en uno de los cortes preferidos de muchos comensales por su gran calidad; pero también se utiliza para elaborar diferentes embutidos.
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Seco, tartar, tataki, a la plancha, carpaccio… esta exquisita pieza se puede degustar de muchas formas y en muchas recetas, desde cruda hasta bien asada. Probablemente sea la única pieza de cerdo que podemos comer como tartar, aliñada como un tradicional chuletón de buey (con, por supuesto, patatas fritas y ensalada). Una vez seca y curada, en forma de embutido, puede incorporarse fácilmente a los mejores platos de jamón de bellota.
Esta pieza de carne se encuentra en la parte superior del solomillo, junto a la paleta, y es muy apreciada entre los carnívoros. Es una pieza, poco conocida fuera de la península ibérica, que sólo se puede encontrar en cerdos ibéricos criados en la dehesa. Una de sus peculiaridades se basa en la impregnación de grasa en el interior del propio músculo, lo que le confiere una textura muy tierna y un sabor inconfundible.
La pieza es de color rojo, algo poco común en la carne de cerdo. Podría confundirse con la ternera cuando está cruda y una vez asada se parece al magret de pato a la brasa. Su peso oscila entre 600 gramos y un kilo, según el peso total del animal. Diversos métodos y recetas permiten descubrir todos sus sabores. La tienda TAPAS siente debilidad por la parrilla, que sella la carne, dejándola con una costra en la superficie pero rosada y jugosa en el interior. En Andalucía se suele acompañar de mojo picón, una salsa originaria de las Islas Canarias. A diferencia de otras razas porcinas, la carne negra ibérica está veteada de grasa intramuscular, que es rica en ácidos grasos Omega-3 y disminuye el colesterol. Junto con la pluma ibérica, el solomillo y el solomillo, la presa es un corte muy sabroso con toques de bellota y avellana.
Carne de cerdo
El sabor de siempre, envasado como nunca. Para evitar el contacto del envase de plástico con el producto y que éste no pierda sus propiedades organolépticas de aroma y sabor, hemos optado por envasar al vacío nuestro chorizo y salchichón de bellota Gran Reserva en un tarro de cristal reciclable y sostenible. De esta forma, el producto llega al consumidor manteniendo toda su esencia de nuestros secaderos naturales. Un formato que rompe moldes y crea una nueva categoría dentro de los embutidos ibéricos.
La generación anterior fue la primera en crearlo y su receta se guarda bajo llave. Se embute en tripa de Roscal y se elabora con la presa, la pluma y el secreto de cerdos ibéricos de bellota de la doble montanera. Su receta apenas ha variado en cuarenta años y no hay medidas en gramos ni métodos mecánicos de elaboración, sólo la receta maestra, porque el resto es nuestro saber hacer.
No hay forma de transcribir un legado que en esta familia se aprende en vida, desde la infancia, oliendo, tocando, probando. Al principio era un regalo para los amigos, hoy es un manjar admirado dentro y fuera de nuestras fronteras. Nos dicen que no se parece a ningún otro, que es incomparable.