Programa de conservación ex situ del lince ibérico

Documental sobre el lince ibérico | Parte 1
Los programas ex situ se han convertido en fundamentales para mejorar la conservación de muchas especies amenazadas, ya que establecen poblaciones de reserva y proporcionan individuos para la reintroducción y el refuerzo de las poblaciones salvajes. El lince ibérico se consideraba la especie de félido más amenazada del mundo tras un dramático declive durante la segunda mitad del siglo XX que redujo su número a unos 100 individuos. En 2003 se estableció un programa de conservación ex situ con individuos de dos poblaciones remanentes bien diferenciadas, con gran éxito desde el punto de vista demográfico. Aquí, evaluamos el estado genético de la población cautiva de lince ibérico basándonos en datos moleculares de 36 microsatélites, incluyendo patrones de parentesco y representatividad de los dos fondos genéticos remanentes entre los fundadores, la evolución de la diversidad y la consanguinidad a lo largo de los años, y la diferenciación genética entre las instalaciones de cría. En términos generales, la población ex situ alberga la mayor parte de la variabilidad genética encontrada en las dos poblaciones silvestres y ha sido capaz de mantener niveles razonablemente bajos de endogamia y una elevada diversidad, validando así las medidas de gestión aplicadas y representando potencialmente un modelo para otras especies necesitadas de conservación.
Lynxexsitu
El lince ibérico (Lynx pardinus) es una especie de felino salvaje endémico de la Península Ibérica, en el suroeste de Europa. Está clasificado como En Peligro en la Lista Roja de la UICN[2]. En el siglo XX, la población de lince ibérico había disminuido debido a la caza excesiva, la caza furtiva, la fragmentación de hábitats adecuados y el declive de la población de su principal especie de presa, el conejo europeo (Oryctolagus cuniculus), causado por la mixomatosis y la enfermedad hemorrágica del conejo[3][4][5].
A principios del siglo XXI, el lince ibérico estaba al borde de la extinción, ya que en 2002 sólo sobrevivían 94 individuos en dos subpoblaciones aisladas en Andalucía. Desde entonces se han aplicado medidas de conservación, que incluyen la mejora del hábitat, la repoblación de conejos, la translocación, la reintroducción y el seguimiento de los linces ibéricos. En 2012, la población había aumentado a 326 individuos,[6] a 855 en 2020,[7] y a 1.111 en 2021[8].
Felis pardina fue el nombre científico propuesto por Coenraad Jacob Temminck en 1827, quien describió pieles de linces ibéricos abatidos en la zona del río Tajo, en Portugal, que se comercializaban en París y Londres[9].
Lince ibérico | Documental completo
Antes de lo previsto, se ha abordado el tercer objetivo. El programa de cría en cautividad pronto proporcionará animales para los proyectos in situ (véase el informe de Astrid Vargas en la página 25 de este número). Sin embargo, el alentador cambio de tendencia de la población de Sierra Morena nos permite -o incluso nos obliga- a considerar también las translocaciones de silvestre a silvestre. La población está casi al límite de su capacidad de carga. Las tierras que rodean las zonas ocupadas son desfavorables para los conejos y, por lo tanto, no ofrecen un hábitat adecuado para una mayor expansión. El destino de los linces que se dispersan de la zona sólo se conoce anecdóticamente, pero la demografía de la población muestra que cada año se "pierde" un número considerable de animales. La gente del proyecto LIFE ha identificado dos zonas no demasiado alejadas de la población remanente, pero sí lo suficiente como para construir nuevos núcleos independientes.
Aún queda mucho trabajo por hacer para preparar una primera reintroducción. Pero a excepción de un pequeño grupo de defensores de los derechos de los animales, que creen que cualquier intervención en una población en libertad es mala, los participantes en el seminario estuvieron de acuerdo en que la reintroducción es el camino a seguir. Estas primeras sueltas no crearán en absoluto una población viable; las zonas consideradas son demasiado pequeñas. Pero la creación de nuevos núcleos reduce el riesgo de que cualquier acontecimiento catastrófico que pueda afectar a las dos poblaciones remanentes lleve a la especie al borde del abismo. Las tareas posteriores consistirán en preparar lugares más adecuados para nuevas reintroducciones, no sólo en Andalucía, sino también en otras regiones de España y en Portugal. Y esto nos lleva de nuevo al conejo...
Documental sobre el lince ibérico | Parte 6
ResumenLos programas ex situ se han convertido en fundamentales para mejorar la conservación de muchas especies amenazadas, ya que establecen poblaciones de reserva y proporcionan individuos para la reintroducción y el refuerzo de las poblaciones salvajes. El lince ibérico se consideraba la especie de félido más amenazada del mundo tras el dramático declive sufrido durante la segunda mitad del siglo XX, que redujo su número a unos 100 individuos. En 2003 se estableció un programa de conservación ex situ con individuos de dos poblaciones remanentes bien diferenciadas, con gran éxito desde el punto de vista demográfico. Aquí, evaluamos el estado genético de la población cautiva de lince ibérico basándonos en datos moleculares de 36 microsatélites, incluyendo patrones de parentesco y representatividad de los dos fondos genéticos remanentes entre los fundadores, la evolución de la diversidad y la consanguinidad a lo largo de los años, y la diferenciación genética entre las instalaciones de cría. En términos generales, la población ex situ alberga la mayor parte de la variabilidad genética encontrada en las dos poblaciones silvestres y ha sido capaz de mantener niveles razonablemente bajos de endogamia y una elevada diversidad, validando así las medidas de gestión aplicadas y representando potencialmente un modelo para otras especies necesitadas de conservación.