Legado iberico ham
Jamón ibérico
Para un paladar exigente, recomendamos nuestro jamón ibérico de bellota 100% de nuestro productor Montesano Extremadura, que ha recibido la certificación "Superior Taste Award" del International Taste Institute durante 3 años consecutivos. Además, nuestro jamón ibérico 100% de bellota también ha recibido el prestigioso "Crystal Taste Award", un reconocimiento único a nivel internacional que se otorga después de que el producto haya sido evaluado -incluyendo la evaluación sensorial realizada a modo de "prueba a ciegas"- por 140 prestigiosos chefs y sumilleres de todo el mundo y si el producto ha obtenido la certificación "Superior Taste Award" durante 3 años consecutivos.
BIM Polo y Caribbeanpot.com
No nos conformamos con elaborar productos ibéricos con el mejor sabor y la mejor calidad. Queremos ofrecer a nuestros clientes un recuerdo de sus orígenes con un producto real, manteniendo una receta ancestral y métodos tradicionales de elaboración.
La selección de nuestras propias cabañas de cerdo ibérico, en nuestras granjas, concebidas con este único fin, es un elemento muy destacable en nuestros procesos de elaboración. Proceso que combina arraigadas costumbres con operaciones de mejora constante. Nuestras granjas están situadas en la zona centro sur de Extremadura, en el corazón de la dehesa extremeña. Son dehesas con una alta densidad de encinas y alcornoques, que constituyen el lugar idóneo para la cría del cerdo ibérico de bellota.
Nuestro legado ganadero se remonta a más de 70 años. Generación tras generación, nuestros abuelos y abuelas han sabido transmitir el saber hacer tradicional de cómo elaborar los mejores productos del cerdo ibérico.
La elaboración de nuestros productos tiene un marcado carácter artesanal, el perfecto equilibrio entre las prácticas heredadas de la tradición artesana y el desarrollo tecnológico, han creado un producto del más alto nivel gastronómico.
Chorizo 100% Ibérico Arturo Sánchez
La empresa familiar ORO VIEJO nació a mediados del siglo XX, y se mantiene viva a lo largo de tres generaciones. En los años 50, nuestro abuelo Fernando Ramos González dio sus primeros pasos sacrificando cerdos ibéricos. Así empezó todo. Con la ayuda de mulas y burros, los transportaba y vendía los productos del cerdo de sus propias matanzas a los pueblos del entorno natural del norte de Huelva.
Así comienza la historia de lo que hoy es ORO VIEJO. Humildad, sencillez, calidad, artesanía, contacto directo con el cliente. Nuestro abuelo, Fernando Ramos, iba de pueblo en pueblo ofreciendo las delicias culinarias del cerdo ibérico de las dehesas de la sierra de Huelva.
Los embutidos ibéricos se elaboraban, como hoy en día, con especias caseras. Los jamones y paletas curados se han elaborado totalmente al natural. Cada artesano ha contribuido durante décadas hasta finales del siglo XX. La modesta historia de ORO VIEJO ha ido avanzando de forma notable desde 1996, cuando Manuel, nuestro padre e hijo de Fernando, sentó las bases de una empresa familiar que ha ido marcando la diferencia y dejando un legado. Hemos ido conservando la esencia de antaño, la sabiduría de nuestros antepasados criando cerdos en nuestras dehesas, sacrificando, manteniendo una alta calidad en nuestros productos, cuidando la naturaleza del entorno, y mimando diariamente con esfuerzo y trabajo nuestros productos en nuestras despensas.
Cómo cortar un jamón - El cojín (3/5) - Subtítulos en español
Incluso desde lejos, los cerdos tenían un aspecto extraño. Al principio era difícil verlos con claridad; las fuertes lluvias habían abierto surcos en el camino de tierra que conducía a la dehesa, y cada vez que el Jeep tocaba fondo, mis gafas resbalaban por mi nariz. Pero a medida que avanzábamos, la masa de cuerpos oscuros que se amontonaban en la valla y presionaban contra los alambres se hizo más nítida.
No se parecían a ningún cerdo que hubiera visto antes: no eran perlados y corpulentos como los Yorkshire, cuyos lomos y vientres proporcionan la mayor parte del tocino americano, ni robustos y coloridos como los Tamworth y los Gloucestershire Old Spots que crían los granjeros interesados en el patrimonio. En cambio, estos cerdos eran delgados y compactos, de hocico largo y rápido. Una franja de cerdas negras brotaba entre sus orejas caídas, formaba un collar alrededor de sus hombros y bajaba por sus patas hasta unas pezuñas estrechas y puntiagudas.
"Son cerdos españoles", dijo Will Harris III, el dueño de los animales y de la dehesa. Se echó hacia atrás el ala de su sombrero blanco y apoyó una bota en la valla. Un cerdito le mordió suavemente el dedo del pie. Dudó un momento, como si no estuviera seguro de compartir un secreto, y luego asintió como si hubiera tomado una decisión. Me dijo: "Vamos a hacer jamón ibérico".