¿Es cancerígeno el jamón serrano?
El Jamón Serrano, y en mayor medida el Jamón Ibérico por su alto contenido en Ácido Oleico, son alimentos con magníficas propiedades beneficiosas para la salud que pueden ser incluidos en todo tipo de dietas, incluso para aquellas personas que están a “dieta”. Fuente de proteínas de alta calidad fácilmente asimilables por el organismo y de alto valor biológico (contiene una elevada cantidad de aminoácidos esenciales.
Las vitaminas del grupo B ayudan al organismo en el proceso de obtención de energía a partir de los alimentos ingeridos. También ayudan a formar glóbulos rojos; de hecho, la falta de vitaminas B12 o B 6 puede provocar anemia. Así que ya sabes, una muy buena forma de aportar vitamina B es comprar un Jamón Serrano y comerlo recién cortado.
El Jamón Serrano tiene un alto contenido en hierro, junto con vitamina D que ayuda al organismo a absorber el calcio, uno de los principales elementos que componen los huesos (protege de la pérdida de masa ósea); lo que lo convierte en el aliado perfecto para prevenir la osteoporosis, y es un producto a incluir en la dieta de personas con deficiencia de hierro y mujeres en periodo de lactancia para contribuir al correcto desarrollo de los bebés.
Jamón ibérico sudáfrica
Cuando se trata del mundialmente famoso “Jamón Ibérico de Bellota”, de repente hasta los no aficionados a la cocina empiezan a oler su exquisito aroma, a apreciar su hermoso marmoleado y a dejar que se derrita suavemente en la lengua… ¡¡¡Qué experiencia y qué placer!!! Así que no, no todos los embutidos son iguales.
De hecho, el jamón está tan arraigado en la cultura española, que incluso los vegetarianos pueden ceder de vez en cuando a alguna que otra loncha. Y es difícil evitarlo en nuestra cocina, ya que añade mucho sabor a cualquier plato que se te ocurra: encima de un huevo frito con patatas, con unas alcachofas frescas o con sopa de porra. ¡Delicioso!
Lo primero que hay que tener en cuenta es que el jamón ibérico no es jamón serrano. Aparte de la evidente diferencia de precio, el primero es una raza única de la península ibérica mientras que el segundo puede ser de raza porcina no ibérica. Los chicos de jamonprive tienen un buen artículo explicando las principales diferencias. Echa un vistazo a este estupendo jamón serrano que venden si estás interesado en comprar uno.
La raza de la que procede nuestro preciado jamón es el cerdo ibérico. Se trata de un cerdo negro que es una mezcla entre nuestro jabalí y los cerdos que los fenicios trajeron a la península hace miles de años. Sin embargo, en lo que respecta al jamón, el porcentaje de esta raza puede variar: así se pueden encontrar jamones 100% ibéricos (ambos progenitores eran ibéricos; de raza pura), pero también 75% o 50% cuando fueron cruzados con otros cerdos como el Duroc.
Altos de iberia serrano
Es donde se encuentra la mayor cantidad de carne y es muy tierna y jugosa. En esta zona se notan más las vetas de la grasa. Es la parte del Jamón Ibérico que más carne tiene y se caracteriza por sus excelentes propiedades sensoriales que lo hacen aún más apetecible. Es la parte más adecuada para empezar a cortar el Jamón.
Es la zona más curada y magra del Jamón. Es donde se continúa el corte, una vez consumida la maza. La carne de la contramaza se caracteriza por ser extra curada y tener un sabor más intenso.
Comentarios
Intentaremos responder a las principales preguntas sobre la grasa del jamón, principalmente del ibérico, sin pretender cuestionar a quienes deciden desechar esta parte tan importante del producto, que aporta sabor, textura y valor nutritivo. Para empezar, la infiltración de grasa en el jamón es un signo de calidad, le da un sabor especial que indica que el jamón está en perfectas condiciones para ser consumido.
Para empezar, hay que diferenciar entre grasa comestible y no comestible. La grasa comestible es blanca o rosácea y está adherida a la carne roja, tiene muy buen sabor y es agradable en boca. Si una loncha de jamón ibérico tiene mucha grasa de este tipo, no debe verse como algo negativo, sino todo lo contrario, ya que aporta sabor y jugosidad a la carne. Esto es especialmente cierto en el caso del jamón ibérico de bellota.
La grasa del jamón ibérico de bellota tiene una textura suave. De hecho, si la toca con el dedo, se hundirá ligeramente en él. Gracias a la alimentación a base de bellota del cerdo y a la actividad física que realiza mientras vive y se alimenta en la dehesa, la grasa se infiltra en la carne y se aprecia en forma de vetas una vez cortado el jamón. Esto confiere al jamón un sabor mucho más suave y sabroso, además de mayores propiedades nutritivas en comparación con otros tipos de jamón.