10 alimentos que te hacen parecer 10 años más joven
El Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA) es un Organismo Público de Investigación (OPI) autónomo de la Secretaría de Estado de Investigación, Desarrollo e Innovación del Ministerio de Economía y Competitividad. Es el único organismo público de investigación de la Administración General del Estado dedicado exclusivamente a la investigación agroalimentaria y forestal. La misión del INIA, en coordinación con las instituciones equivalentes de las Comunidades Autónomas, es contribuir al progreso continuo y sostenible mediante el desarrollo
¿Es malo el jamón ibérico?
El éxito del jamón de pata negra en España y en todo el mundo se debe principalmente a su intenso sabor y al placer que produce al comerlo. Pero no hay que olvidar que el jamón de pata negra tiene excelentes propiedades nutricionales que lo convierten también en un producto muy saludable, tanto que es recomendado por los nutricionistas como complemento ideal de una dieta completa y equilibrada.
Lo primero que hay que saber es que no todos los tipos de jamón tienen las mismas características nutricionales. El hecho de que los cerdos ibéricos se críen en la dehesa, alimentándose de bellotas, raíces y pastos naturales, hace que las propiedades nutricionales del jamón de pata negra sean muy diferentes a las de los jamones de cerdo blanco.
El jamón de pata negra contiene más aminoácidos por gramo que otros jamones. Además, el proceso de curación al que son sometidos facilita su digestión. Esto es muy importante, ya que la asimilación de nutrientes es mucho mayor.
El jamón de pata negra contiene un mayor contenido en ácidos grasos insaturados y un menor contenido en grasas saturadas. Esta es una de las razones por las que el jamón de pata negra aumenta el colesterol bueno y reduce el malo. Por estas razones, en los últimos años los nutricionistas han incluido el jamón ibérico en la dieta mediterránea.
Arroz caldoso con costilla ibérica deshuesada
El creciente estilo de vida saludable y la concienciación sobre lo que comemos han alterado nuestros hábitos alimenticios, pero también nos han vuelto exigentes con otros productos que sí son saludables. Uno de ellos es el jamón ibérico.
Las grasas saturadas, normalmente sólidas a temperatura ambiente, están en todos los alimentos; principalmente en los de origen animal. Alimentos saludables como las legumbres, los frutos secos o el pollo sí las incluyen, pero en mucha menor cantidad que las que se pueden encontrar en el queso, la bollería industrial y la comida rápida.
El ácido oleico, presente en los cerdos alimentados con bellotas, tiene propiedades reguladoras del colesterol. Aumenta la producción de HDL (colesterol bueno) y disminuye el LDL (colesterol malo). Así, un consumo moderado de jamón ayuda a mantener los niveles correctos de colesterol y a prevenir enfermedades cardiovasculares.
Otras propiedades de este manjar es su contenido nutricional, rico en vitaminas del grupo B, hierro, fósforo, potasio y magnesio.
Jamones ibéricos, Barcelona, Cataluña, España, Europa
El jamón serrano es un alimento de alto valor nutritivo y proteico, recomendado para todo tipo de dietas saludables y para todos los grupos de población. Consorcio Jamón Serrano garantiza un producto sano, tradicionalmente natural y rico en:
Desde hace años, la dieta mediterránea exalta el jamón serrano como fuente fundamental de proteínas, vitaminas, minerales y grasas no saturadas. El arte de su elaboración, curación y maduración es estudiado y valorado por nutricionistas internacionales y profesionales especializados en cocina española y mediterránea.
Los nitritos y nitratos son conservantes que se añaden a todos los jamones curados durante el proceso de salazón para controlar el desarrollo microbiano y garantizar la seguridad microbiológica del consumidor. Además, realzan el sabor y el color de los productos curados.
Los niveles de nitritos en los jamones curados están muy regulados por las autoridades europeas: la cantidad máxima de nitratos es de 150 ppm, que es lo necesario para mantener la seguridad microbiológica y los beneficios organolépticos.