Qué aporta la grasa al jamón ibérico

Venta de jamón ibérico

Intentaremos responder a las principales preguntas sobre la grasa del jamón, principalmente del ibérico, sin pretender cuestionar a quienes deciden desechar esta parte tan importante del producto, que aporta sabor, textura y valor nutricional. Para empezar, la infiltración de grasa en el jamón es un signo de calidad, le da un sabor especial que indica que el jamón está en perfectas condiciones para ser consumido.

Para empezar, hay que diferenciar entre la grasa comestible y la no comestible. La grasa comestible es blanca o rosada y está adherida a la carne roja, tiene muy buen sabor y es agradable en boca. Si una loncha de jamón ibérico tiene mucho de este tipo de grasa, no debe verse como algo negativo, sino todo lo contrario, ya que aporta sabor y jugosidad a la carne. Esto es especialmente cierto en el caso del jamón ibérico de bellota.

La grasa del jamón ibérico de bellota tiene una textura suave. De hecho, si se toca con el dedo, se hunde ligeramente en él. Gracias a la alimentación del cerdo a base de bellota y a la actividad física que realiza mientras vive y se alimenta en la dehesa, la grasa se infiltra en la carne y se puede ver en forma de vetas una vez cortado el jamón. Esto confiere al jamón un sabor mucho más suave y sabroso, además de mayores propiedades nutricionales en comparación con otros tipos de jamón.

¿Qué hago con la grasa del jamón ibérico?

La grasa líquida se puede utilizar para hacer patatas asadas, guisos, huevos fritos, palomitas, etc. Es rica y fuerte, por lo que se recomienda atemperarla con aceite de oliva al cocinar. Siga cualquier receta básica de risotto pero utilice la grasa del ibérico para freír y el caldo del ibérico para cocinar el arroz. Utilizar la grasa extraída y un poco de aceite de oliva para freír las cebollas.

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¿Es saludable la grasa del jamón ibérico?

La grasa del “jamón ibérico de bellota” contiene más del 55% de ácido oleico (un ácido graso monoinsaturado). Estudios científicos rigurosos han demostrado que estas grasas ejercen un efecto beneficioso sobre el colesterol en la sangre, aumentando la cantidad de colesterol bueno (HDL) y reduciendo el malo (LDL).

Jamón ibérico

El jamón ibérico no sólo es uno de los alimentos más exquisitos que existen, sino también una fuente de propiedades muy beneficiosas para la salud. Ha ocupado, desde hace milenios, un lugar clave en la dieta de los países mediterráneos, cuyos habitantes tienen una de las esperanzas de vida más altas del mundo.Una fuente de vitaminas

El cerdo siempre ha formado parte de la cultura española. Pero, de todos los productos elaborados a partir de él, el jamón ibérico es probablemente el más apreciado, tanto por sus grandes valores nutricionales como gastronómicos. El jamón es un alimento tradicional de la dieta española del que podemos estar orgullosos, aunque esta excelencia repercute naturalmente en su precio. Esta situación es típica de todos los alimentos “de lujo”, en los que su justificado precio regula en cierto modo su consumo.

Según los últimos estudios realizados en el campo de la nutrición y la dietética por expertos en gastronomía, afirman que el jamón ibérico, además de ser uno de los productos más exquisitos y nutritivos, es rico en proteínas, imprescindibles para mantener el organismo en buen estado. vitaminas B1, B6, B12 y ácido fólico, muy beneficiosas para el sistema nervioso y el buen funcionamiento del cerebro. También es rico en minerales como el cobre, esencial para los huesos y los cartílagos, el hierro y el fósforo.Reduce el riesgo cardiovascular y favorece la reducción del colesterol

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Jamón serrano

Si estás a dieta porque quieres perder peso o porque tienes el colesterol alto, el jamón ibérico no es uno de los alimentos a evitar; de hecho, estudios recientes recomiendan el jamón de pata negra de Bellota para controlar el colesterol alto, y los hidratos de carbono (azúcares) son insignificantes.

Si estás a dieta porque quieres perder peso o porque tienes el colesterol alto, el jamón ibérico no es uno de los alimentos a evitar; de hecho, estudios recientes recomiendan el jamón de bellota para controlar el colesterol alto. Y los hidratos de carbono (azúcares) son insignificantes.

Como cualquier alimento, debe consumirse de forma equilibrada, por muy saludable que sea, pero para empezar te digo que si estás a dieta para adelgazar o con el colesterol alto, estás de suerte, ya que en ambos casos puedes comprar jamones ibéricos y comerlos, por supuesto 🙂

Además de su sabor, el jamón serrano es un producto nutritivo y rico en minerales. Destaca su alto valor en proteínas, necesarias para el buen funcionamiento de nuestro organismo, especialmente esenciales para los músculos y el cerebro. También es rico en calcio, y lo más interesante de todo es que no tiene hidratos de carbono (azúcares), y si los tiene, son menos del 1%.

Ibérico

Sí, el famoso “jamón de pata negra”, denominado formalmente “jamón ibérico” (en referencia a su origen), destaca por primera vez no sólo por su valor culinario y nutricional, sino por sus beneficios para la salud de las personas.

El jamón ibérico aporta aminoácidos esenciales, vitaminas del grupo B y vitamina E. Es rico en minerales como el hierro, el fósforo, el potasio, el magnesio y el zinc, destacando su alto contenido en ácidos grasos insaturados (ácido oleico). Además, actúa como un potente antioxidante por su alto contenido en polifenoles. Por ello, los beneficios del jamón ibérico han sido comparados con los del aceite de oliva, ¡y eso es mucho decir!

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Hasta ahora, hablar del alto contenido en polifenoles y ácido oleico del jamón ibérico era una mera especulación, pero tras este estudio queda demostrado, según el Dr. Sabán, director de la Unidad de Endotelio y Medicina Cardiometabólica del Hospital Ramón y Cajal de Madrid.

El estudio certifica que el jamón ibérico puede introducirse en la dieta sin que se produzca un aumento de peso o de los niveles de triglicéridos, y sus efectos positivos duran hasta seis semanas después de dejar de consumirlo. Con esto, el Dr. Sabán también reveló que el cuerpo tiene “buena memoria” cuando se trata del consumo de jamón. Por tanto, incluir el jamón ibérico en la dieta de forma regular y controlada protege y/o mejora la salud.

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