Jamón Ibérico y arquitectura de Gaudí en León, en el
El jamón serrano es un alimento de alto valor nutricional y proteico, recomendado para todo tipo de dietas saludables y para todos los grupos de población. El Consorcio Jamón Serrano garantiza un producto sano, tradicionalmente natural y rico en:
Durante años, la dieta mediterránea ha exaltado el jamón serrano como fuente fundamental de proteínas, vitaminas, minerales y grasas no saturadas. El arte de su elaboración, curación y maduración es estudiado y valorado por nutricionistas y profesionales internacionales especializados en la cocina española y mediterránea.
Los nitritos y los nitratos son conservantes que se añaden a todo el jamón curado durante el proceso de salazón para controlar el desarrollo microbiano y garantizar la seguridad microbiológica del consumidor. Además, realzan el sabor y el color de los productos curados.
Los niveles de nitritos en los jamones curados están muy regulados por las autoridades europeas: la cantidad máxima de nitratos es de 150 ppm, que es lo necesario para mantener la seguridad microbiológica y los beneficios organolépticos.
Cómo cortar un jamón serrano entero y no morir en el intento / Español
La grasa del jamón ibérico de bellota contiene más del 55% de ácido oleico (un ácido graso monoinsaturado). Rigurosos estudios científicos han demostrado que estas grasas ejercen un efecto beneficioso sobre el colesterol en la sangre, aumentando la cantidad de colesterol bueno (HDL) y reduciendo el malo (LDL). Sólo el aceite de oliva virgen tiene un mayor contenido en ácido oleico.
La proporción total de ácidos grasos insaturados en los jamones curados de Pata Negra que han consumido una dieta de bellotas es superior al 75%, lo que la convierte en la más “cardiosaludable” de todas las grasas animales, incluso más saludable que algunas grasas de origen vegetal. La raza de los cerdos no es la única explicación; su dieta básica de bellotas y pastos también juega un papel importante.
Además de su efecto beneficioso sobre el colesterol, el jamón ibérico aporta proteínas, vitaminas B1, B6, B12 y ácido fólico, todas ellas muy beneficiosas para el sistema nervioso y el buen funcionamiento del cerebro. También es rico en vitamina E, un potente antioxidante, y en minerales como el cobre, esencial para los huesos y los cartílagos; el calcio, el hierro, el zinc, el magnesio, el fósforo y, por último, el selenio, al que se le atribuyen propiedades antienvejecimiento.
Los amantes de la gastronomía se anticipan al jamón más caro del mundo
Es un antioxidante natural y contribuye a la producción de colesterol saludable por su ácido oleico, y tiene un alto nivel de vitamina E. Además, consumirlo con tomate o aceite de oliva virgen extra aumenta sus efectos beneficiosos.
La calidad de la grasa del jamón ibérico de bellota es excelente, en su composición predomina el ácido oleico (con niveles superiores al 50%), característico del aceite de oliva. Esto facilita la producción de HDL (“colesterol bueno”) en el organismo, al tiempo que reduce el LDL (“colesterol malo”). Esto se debe a la alta tasa de bellota que come el animal durante la “montanera” antes de su sacrificio.
Comer jamón nos aporta vitamina B, especialmente B1 y B2. Sólo 100 gramos de jamón aportan el 24% de la ingesta diaria recomendada de esta vitamina. Su nivel de proteínas es un 50% superior al de la carne fresca. El proceso de curación artesanal es totalmente natural, por lo que el jamón está libre de cualquier producto que no sea la propia carne de cerdo.
Y lo mejor de todo es que no engorda. Es bajo en calorías, tiene menos grasa que el pollo y menos sal que el jamón de York. Es un producto recomendado para dietas hipocalóricas, ya que 50 gramos de jamón ibérico de bellota sólo tienen 150 kilocalorías.
Los beneficios para la salud del Ibérico “El Wagyu del cerdo”
El jamón de cerdo ibérico facilita la producción de HDL (colesterol bueno) en el organismo y reduce el LDL (colesterol malo). Las dietas ricas en ácidos grasos poliinsaturados reducen los niveles de colesterol LDL en sangre.
Es muy recomendable para ciertos grupos de población con necesidades específicas, como los niños, las personas con mala salud y los ancianos. La presencia de proteínas animales en la dieta ayuda a la absorción de minerales como el hierro.
El jamón de cerdo ibérico es una buena fuente de hierro y zinc, tiene importantes concentraciones de fósforo y potasio, y cantidades significativas de otros minerales como el magnesio y el selenio que favorecen los procesos de antienvejecimiento.
Según la normativa de la UE, el jamón de cerdo 100% ibérico puede considerarse una fuente natural de minerales (hierro, zinc, fósforo, selenio) y vitaminas (tiamina, riboflavina, niacina y vitaminas B6 y B12), ya que contiene cantidades significativas (>15% de la cantidad diaria recomendada para 100 g) de estos micronutrientes.