Detrás de la calidad de los ibéricos jugal
En Ibéricos Jugal, tenemos el orgullo de ser una empresa dedicada a la producción y venta de auténticos productos ibéricos. Este compromiso con la calidad tiene sus raíces en la pasión por una de las joyas de la cultura gastronómica española: el jamón ibérico.
Cómo reconocer un buen jamón ibérico
El sabor, textura y aroma del jamón ibérico es una experiencia gastronómica que no tiene comparación. Para poder apreciar plenamente esta delicia, es fundamental saber elegir un buen ejemplar.
1. Denominación de origen
La denominación de origen es un indicativo de la calidad y autenticidad del producto. En el caso del ibérico, las denominaciones de origen reconocidas son Jabugo, Guijuelo, Dehesa de Extremadura y Los Pedroches.
2. Alimentación
Los jamones ibéricos pueden ser de bellota, recebo o de cebo, según la alimentación del cerdo. Los de bellota son los de mayor calidad, ya que provienen de cerdos que han pastado en libertad, alimentándose de bellotas.
3. Elaboración artesanal
El jamón ibérico de Ibéricos Jugal se elabora de manera artesanal, siguiendo las técnicas tradicionales de secado y curación. Este proceso, que puede durar hasta 3 años, es esencial para obtener el sabor y textura característicos de este producto.
La variedad de productos en Ibéricos Jugal
No solo de jamón vive el cerdo ibérico, y en Ibéricos Jugal lo sabemos bien. Además de nuestro famoso jamón, ofrecemos una amplia variedad de embutidos ibéricos.
- Chorizo ibérico: Con su sabor fuerte y su delicada textura, el chorizo ibérico es un básico en cualquier picada o sandwich.
- Salchichón ibérico: Este embutido, sutilmente especiado, es perfecto para acompañar con queso y un buen vino.
- Lomo ibérico: El lomo ibérico es una joya por sí solo. Con su sabor intenso y suave textura, hará las delicias de los más gourmets.
Conclusion
Ibéricos Jugal es, más que una marca, una garantía de calidad y sabor. Si tu pasión es la buena cocina y los auténticos sabores españoles, no puedes dejar de probar nuestros productos. Te esperamos con los brazos (y los ibéricos) abiertos.