Un incendio forestal consume más de 50000 hectáreas en el Parque Nacional de Ibera
Mientras navegamos junto a un diminuto islote de los Esteros del Iberá en cuya cima el duodécimo caimán de la mañana se despereza descaradamente absorbiendo los rayos invernales, Dahiana Manzanilla, gestora de proyectos de Rewilding Argentina, dice bromeando: “Por eso necesitamos que el yaguareté se reproduzca: ¡para empezar a controlar la población de yacarés!”.
Dahiana se refiere a la reintroducción del felino más grande de América en su hábitat natural, una de las numerosas acciones de rewilding emprendidas por Tompkins Conservation en la provincia argentina de Corrientes en un intento de mejorar la biodiversidad.
Doug y Kristine Tompkins crearon en 1997 esta organización sin ánimo de lucro ahora conocida como Fundación Rewilding Argentina, transformando 150.000 hectáreas de tierra para luego donarlas de nuevo a Argentina como Parque Nacional Iberá, que forma parte del Gran Parque Iberá. El trabajo para devolver a sus dominios especies animales en peligro de extinción y aumentar así sus poblaciones comenzó en esta región en 2005, y dado que la fundación también trabaja en la provincia de Chaco “El Impenetrable”, así como en la Patagonia y Chile, esta organización sin ánimo de lucro lleva desde entonces haciendo el bien no sólo a un mundo, sino a una galaxia.
Fauna del Parque Nacional Ibera Argentina
Situado en el centro-noreste de la provincia de Corrientes, en Argentina, el Iberá abarca más de 1.300.000 hectáreas y es una de las regiones naturales más importantes del hemisferio sur. En pocas palabras, es una cuenca de drenaje que se llena continuamente de agua de lluvia. Debido al paisaje llano de la zona, apenas hay desagüe, lo que crea una extensa reserva de agua dulce. La mitad de Ibera está bajo el agua; sin embargo, la región es mucho más que esteros inundados o humedales. Ibera también abarca pastizales de altura, sabanas y bosques. Esta combinación integrada de ecosistemas húmedos y secos alberga una gran diversidad de flora y fauna, así como espectaculares paisajes por explorar.
La gran reserva provincial, de unos 13.000 km2 de praderas y bosques, es ideal para observar la fauna y fotografiarla. Grupos de carpinchos (el roedor más grande del mundo), nutrias de río sudamericanas, caimanes de hocico ancho y el hermoso ciervo de los pantanos son sólo algunas de las especies que se pueden encontrar. Nenúfares, jacintos de agua, papiros y espadañas son sólo algunas de las 4.000 especies que se refugian en las vastas lagunas, embalses, bosques y praderas de esta zona.
Yaguareté bañado por la luz del atardecer | Humedales del Iberá | Argentina
El Parque Nacional Iberá es un parque nacional de Argentina situado en el noreste de la provincia de Corrientes. El parque nacional limita al sudeste con el Parque Provincial Iberá, de 5.530 km². Tanto el Parque Nacional como el Parque Provincial se encuentran dentro de la Reserva Natural Provincial del Iberá, un área de conservación de 13.245 km² creada en 1982[1][2][3] El área protegida combinada es la mayor de Argentina.
El parque nacional protege una parte de los Humedales del Iberá, uno de los mayores humedales del mundo. En 2002, una superficie de 24.500 ha (245 km2) fue declarada Humedal de Importancia Internacional por la Convención de Ramsar[4].
El Parque Nacional Iberá fue creado por ley del Congreso argentino el 5 de diciembre de 2018. El parque fue creado a partir de antiguas estancias ganaderas privadas adquiridas desde 1999 por Conservation Land Trust-Argentina, una fundación privada establecida por los conservacionistas Doug y Kristine Tompkins. En 2015, Conservation Land Trust donó las tierras al Estado argentino para crear el parque[2].
Últimos lugares salvajes: Iberá | National Geographic
Los Esteros del Iberá son un hábitat diverso que sustenta la diversidad biológica mundial y hace un aporte significativo a la región. Infinidad de colores, paisajes y más de 5.000 especies de fauna convierten a la provincia de Corrientes en un atractivo destino.
La Reserva Natural del Iberá ha permitido proteger y reintroducir la fauna, que poco a poco se ha ido recuperando y ha vuelto a ocupar un lugar clave en el ecosistema de la región. La reserva es un santuario para la vida salvaje, que ofrece a los turistas la oportunidad de apreciar la fauna y conocer su importancia.
En los Esteros del Iberá habitan unas 60 especies de reptiles, entre ellas los mayores y más abundantes depredadores de la región: el caimán negro y el caimán de hocico ancho. Desde que estas especies están amenazadas, el Parque Nacional Iberá y los pobladores trabajan en su rewilding, reproducción y protección.